Capítulo 11: Javier, el Sheriff de Puño Sanguinario

¿Dónde estaban esta vez? Miraron a su alrededor y vieron un desierto de arena y a lo lejos, un pequeño pueblo. Caminaron durante horas hasta llegar a él. Encontraron la típica ciudad del lejano oeste.

Fueron a la oficina del sheriff para preguntar dónde estaban.
¡Bienvenidos a Puño Sanguinario! ¿Pero, qué hacéis vosotros aquí?
El sheriff era una persona muy conocida para ellos, se trataba de Javier.

¡Pasad dentro y tened cuidado, se acercan unos criminales muy peligrosos!
Se refería a La Banda de los Tacones Sanguinarios, un grupo de mujeres que se dedicaba a hacer maldades a lo largo y ancho del lejano oeste.

¡Pum, pum! - sonaron varios tiros en el banco de la ciudad.
Javier, el seguro de sí mismo, ideó un plan para salvar la ciudad de las malhechoras pero no le dio tiempo a ponerlo en marcha.

Sintió un escalofrío en su cuello, como un soplo de aire gélido que luchaba por introducirse en su cuerpo. Miró hacia atrás y ante sí tenía a las cuatro mujeres que formaban 'La Banda de los Tacones Sanguinarios'. Intentó luchar contra ellas, sacó su pistola y disparó una bala para cada una de ellas. Éstas rebotaron al llegar al cuerpo de las féminas. La respuesta era clara: eran zombies.

Las cuatro zombies rodearon a Javier y comenzaron a atacarle de forma violenta: puñetazos, patadas, mordiscos... hasta que la líder del grupo disparó contra Javier que cayó al suelo de forma fulminante. La historia se repetía, ya habían vivido algo parecido a ésto en el barco fantasma en su anterior aventura.

Roberto y Machete decidieron intervenir en la lucha considerando que podrían vencer a la banda de féminas delincuentes. Pero nada más lejos de la realidad.
Eran frías como el hielo, fue una lucha sin cuartel, aquello parecía no tener fin. Machete vio en el suelo un arma bastante extraño y decidió usarlo. Una serie de extrañas luces y sonidos provenían del mismo, era como una pistola de estilo futurista, algo imposible ya que se encontraban en el siglo XIX.

Roberto siguió luchando hasta que una ráfaga de aire ardiente del oeste le quitó el sombrero a la líder de la banda: se trataba de Fashion Girl.

Nuria y la recién resucitada Eva salieron de su escondite(hay que recordar que se quedaron en la oficina del sheriff al llegar a Puño Sanguinario) y se dieron cuenta de que Javier estaba malherido en medio de la calle, intentaron llevarlo a una consulta médica pero, una vez más, un aire gélido como el mismísimo hielo del Polo Norte, les corría por el cuello y la espalda, estaban en peligro y casi no podían hacer nada.

Nuria dejó que Eva escapara con Javier y se enfrentó a la zombie con bastante sangre fría e inspeccionando cada ápice del cuerpo de ésta hasta que encontró un pequeño agujero en su codo derecho, por lo que no sería fácil idear un plan para acabar con esa absurda lucha.

Después de cuatro o cinco interminables horas, con las fuerzas casi al límite, Nuria sacó de su mochila una especie de espada que clavó con bastante dificultas en el codo de la delincuente. No obstante, se había equivocado de lado y recibió un puñetazo. Cuando estaba a punto de caer al suelo, rápidamente recuperó su espada y se la clavó en el lado correcto a la zombie.

Cayeron las dos al suelo y, como si fueran hologramas, desaparecieron de la faz de la tierra. Nuria se había sacrificado y ya sólo quedaban tres en la banda de féminas delincuentes.

Sin saber lo de Nuria, Eva llegó al centro médico con Javier.
Mientras tanto, Roberto y Machete seguían luchando con Fashion Girl y las dos secuaces que le quedaban.
¡PAGARÉIS EL PRECIO DE LO QUE HABÉIS HECHO! - vociferó Fashion Girl
Los dos amigos no entendían a que se refería ésta con esas palabras.

Javier nunca llegaría a su destino ya que una de las secuaces de Fashion Girl se acercó al lugar donde éste se encontraba, congeló a Eva para que no se moviera, lanzó una especie de rayo al suelo y creó un vórtice, lanzando a Javier al mismo. ¿Qué pasaría con él?

Entonces, Roberto y Machete comprendieron las palabras de Fashion Girl.
De repente, Javier se despertó de su inconsciencia y se dio cuenta de que estaba en la oficina del sheriff, en su propio despacho.
Se sentía bastante extraño, las heridas de su cuerpo habían desaparecido como si no hubiese pasado nada. Miró a su alrededor y dio con un calendario colgado en la pared, que apuntaba el año 1780. No sabía por qué estaba allí. Tenía que averiguarlo pero no era necesario.

Mientras tanto, en el oeste de 1830, continuaban las cosas igual hasta que Roberto, el experto en situaciones límite, encontró el punto débil de las zombies. Cogió el arma futurista que había encontrado anteriormente y disparó contra la ayudante de Fashion Girl. El impacto dio en el hombro de ésta, donde tenía una especie de agujero. Entonces, desapareció sin dejar rastro.

Fashion Girl salió de su confusión y se desmayó. Al rato despertó y no recordaba nada, estaba viva y no sabía por qué. De repente, como de la nada, cayó un rayo en plena calle y se abrió un nuevo vórtice temporal que los arrastró a dónde se encontraba Javier.

Entonces se abrió un impresionante agujero en la pared que les llevaría a todos(incluida Fashion Girl) a un nuevo destino, su aventura en el antiguo oeste había terminado.