Esa misma noche intentaron urdir un plan de fuga, aprovecharían una convención de brujas para cavar un túnel y escapar de su presidio. Pero un hechizo hizo que Roberto y Nuria se convirtieron en cerdo y gallina.
Sólo quedaban dos personas que podían salvar la situación: Javier(que finalmente no había muerto) y Machete.
Éstos intentaron por todos los medios arrebatar la varita mágica a la bruja líder pero todo era imposible.
¡Shalakabula, hocus pocus!-decía la viperina lengua de la bruja y, todos los de su alrededor, estaban en su poder. Pero Machete no cayó bajo su influjo.
Se acercó a la sala de torturas, donde se encontraba Eva con un halo ínfimo de vida, logró desprenderla de las cuerdas que la sujetaban y escapó hacia la sala principal, donde Roberto y Nuria estaban en serio peligro de ser devorados por uno de los demonios que habían invocado con la tabla Oui-Ja.
Javier, poseído por un espíritu maligno cogió una daga y comenzó a luchar contra Machete, su propio amigo mientras éste intentaba esquivar los envites tan intensos de su amigo.
Sentía que no tenía fuerzas para luchar contra él, sentía apego por Machete, era su amigo de verdad y no pretendía hacerle daño, mas no tenía opción.
Entonces, éste consiguió algo inesperado, que el espejo que su querida y difunta Fashion Girl le había regalado, funcionara para algo más que para peinarse, una de las brujas intentó usar un conjuro para hacerle desaparecer pero Machete se lo devolvió de dicha forma, haciendo que la bruja líder desapareciese, Roberto y Nuria recuperasen su forma original y Javier se librara del control maligno pero no pudo evitar, por el contrario, que Eva muriese en sus brazos.
Lograron escapar de esa casona, y con el recuerdo de la muerte de Eva en su memoria, se prepararon para emprender la vuelta a casa pero, una vez más algo ocurrió: un extraño remolino y un agujero en la tierra los arrastró. ¿Qué le deparará a nuestros amigos en el siguiente episodio?
