¿Dónde estamos? - preguntó Roberto
No contestó nadie, ni siquiera sus compañeros.
¡¡QUÉ DÓNDE ESTAMOS!! - gritó Roberto
¡Están, bip, en el año, bip, 2045, bip! - respondió un artilugio parecido a una tostadora que pasaba de casualidad por allí.
Se despistaron un instante para pensar cómo podía hablar una tostadora cuándo ésta les roció con un líquido entre azul y morado que les hizo caer gravemente enfermos al momento. Fueron llevados a uno de los edificios que habían visto al despertarse.
Pasados varios días, recuperaron el sentido de la vista y se encontraron en una especie de habitación de hospital, amarrados a la cama y con una mordaza en la boca. No podían levantarse, ademas de amarrados estaban muy débiles debido a la intoxicación por el líquido que el artilugio extraño les había echado por encima.
Machete, debido a que era el más fuerte, apenas había sido por el líquido decidió intentar cortar las cuerdas que lo ataban a la cama, lo cual fue imposible. Entonces, pulsó uno de los botones de un mando que había en la cama, típico de hospitales. Nada más pulsarlo, se abrió una trampilla en el suelo que le llevó a un subterráneo.
Allí había como una especie de laboratorio. Miró a los lados y se dio cuenta de que Roberto y Nuria(que no sabía cómo habían llegado allí) estaban conectados a unas máquinas de lavado de cerebro. Al lado, se encontraba el artilugio que les había recibido en su llegada al año 2045. Parecía ser que era el jefe de una banda de delincuentes de estilo futurista.
El proceso de lavado de cerebro había terminado. Roberto y Nuria parecían autómatas, se movían de forma robótica. Machete intentó por todos los medios invertir el proceso pero no había manera. Bipkiller, que así se llamaba el artilugio, no dejaba que Machete se acercase. Lo empujó contra una pared y lo dejó inconsciente.
Ahora Bipkiller tenía vía libre para completar su misión: convertirse en un humanoide.
Bipkiller cogió a Roberto y lo metió en una especie de escáner.
¡Hombre, joven, tímido, cerebro jugoso, órganos perfectos! - dijo la máquina que podía hablar perfectamente.
Al salir de la máquina, lo llevó a una mesa, y con la ayuda de un bisturí, comenzó a abrirle la cabeza. Tenía un cerebro bastante grande ya que era experto en encontrar soluciones en situaciones límite.
Roberto gritaba de dolor mientras Bipkiller hacía todo ésto, ya que no le había puesto nada para aguantar el dolor. Parecía una tortura de la Edad Media. Al mismo tiempo, Machete había logrado salir de la inconsciencia y se encontraba frente a Bipkiller. A pesar del daño que había recibido ya que había caído encima de unos cables eléctricos de veinte mil voltios, logró llegar hasta la mesa de tortura pero ya era demasiado tarde.
Bipkiller ya había extraído todos los órganos del cuerpo de Roberto: cerebro, corazón, extremidades... Parecía un androide de esos que salen en las películas de ciencia ficción, era bastante inteligente y fuerte. Pero por lo visto no era el único.
Machete, debido a la descarga eléctrica recibida, había conseguido la capacidad de leer el pensamiento y la de encogerse. Ya tenía la solución para intentar boicotear la máquina de lavado de cerebros y al menos salvar a Nuria de la operación. Se encogió hasta el tamaño de un garbanzo y se introdujo en el interior de la máquina. Había infinidad de cables de muchos colores.
Probó el rojo, no pasaba nada, probó el azul, tampoco ocurrió nada.
De repente, se le ocurrió juntar los dos. Aquello empezó a soltar chispazos hasta que dejó de funcionar. Entonces, Nuria despertó del coma.
¿Dónde estoy? - preguntó ésta
Estamos en peligro, Nuria - le respondió Machete
Acto seguido, Bipkiller debido a la falta de electricidad desapareció como por arte de magia quedando los órganos de Roberto tirados en el suelo. Machete y Nuria se quedaron sin saber qué hacer, ellos no eran médicos para operar. Entonces, de la nada surgió una persona que ellos conocían muy bien. Era Javier, el seguro de sí mismo. Había vuelto pero, ¿de dónde había salido y por dónde había entrado?
Éste se ofreció para operar a Roberto. Injertó todos los órganos en su sitio y varios días después, consiguió que se despertara, había conseguido revivirlo. Los demás quedaron bastante agradecidos y esta vez sí pudieron decírselo a Javier. Pero había un gran problema: Roberto ya no era el mismo. Ahora era insensible, cruel y bastante agresivo.
La respuesta se encontraba en una de las esquinas de la sala: Javier se había olvidado de ponerle el corazón en su sitio. Entonces, ¿cómo podía vivir? Intentaron por todos los medios recuperarlo pero había una especie de campo de fuerza a su alrededor que cada vez que se acercaban a él, recibían una descarga muy fuerte.
Machete, que ya había recibido una en su lucha contra Bipkiller, se acercó al campo de fuerza y después de muchos esfuerzos, logró atravesarlo. Cogió el corazón de Roberto y le pidió a Nuria que lo distrajese y le hiciese abrir la boca. Era una forma un tanto brusca y asquerosa de devolverle el corazón a su dueño pero no había otra. Lo lograron y Roberto volvió a su estado original pero por su nariz salió Bipkiller bastante molesto.
¡Me las pagaréis! - dijo amenazante Bipkiller
Éste empezó a lanzar otra vez su líquido, esta vez verde amarillento, los tres lo esquivaron. Del charco que había formado éste, salió una especie de agujero negro que los absorbió. Habían logrado escapar, estaban a salvo o al menos por ahora...
